lunes, 19 de agosto de 2013

Injusticia y engaño.

¿Cuántas veces más habrá que pasar por esto? ¿Cuántas veces más tendré que decir un "Adiós" injusto? ¿Cuántas veces más tendré que despedirme de alguien de quién no me quiero separar?

Sinceramente jamás entenderé nada de esta sociedad, de todas estas ansias de poder, de querer ganar dinero, de aprovecharse de la gente más humilde y de vivir a costa del sufrimiento ajeno. ¿De verdad no os importa que mientras vosotros tenéis una vida por todo lo alto, con todo lo que queréis (lo necesitéis o no) al alcance de vuestras manos, la otra parte de la sociedad, cada día más pobre, tenga que buscar en contenedores de basura para poder alimentar a su familia, tenga que trabajar por dos euros la hora para obtener algo de dinero o tenga que decir a sus hijos que se dejen de estudiar porque no hay dinero suficiente para poder pagar los libros, la matricula, el material, etc? No entiendo cómo podéis dormir tranquilos viendo semejante desmoronamiento en la sociedad. No estoy diciendo con esto, que todos los que tenéis o tenemos más que los demás seáis o seamos "los malos de la película", como se diría vulgarmente, sino que no entiendo como todos no ponemos un poco más de nuestra parte y dejamos de bañarnos con champagne de 10.000 euros o de comprarnos un coche que vale más de lo que una persona mileurista podrá ganar en toda su vida y nos dedicamos a intentar crear un poco más de igualdad social.

Todo esto viene relacionado con las preguntas del primer párrafo porque la medicina, al igual que todo, también está manipulada a más no poder. Las industrias farmacéuticas se forran a costa de medicamentos que no hacen nada, más que aliviar el dolor para dar sensación de mejoría y esto hace que nuestra salud se convierta en nada menos que otro producto de una sociedad capitalista en total decadencia moral.

Personalmente, no me apetece jugar a ver quién tiene más dinero con la salud de las personas. No me apetece despedirme de gente porque todo se haga por y para ganar dinero. No me apetece ver como esas personas se dedican a esto al igual que un niño juega sucio por el afán de ganar. Creo que esta sociedad deja mucho que desear y aún no siendo la persona más indicada para decir todo esto, me gustaría que todo cambiara y se modificara desde cero. Si matar es malo porque debemos apreciar la vida y siempre, desde muy pequeños, nos han esta inculcando valores de este tipo ¿cómo hemos podido llegar al instante actual? 

Se encuentran avances y medicinas que podrían curar muchas de las enfermedades que en este mundo matan cada día a  muchas  personas, pero sin embargo estas no están al alcance de todo el mundo, es más muchas están al alcance de muy pocos o tan siquiera salen al mercado por temas económicos, ¿cómo es que ocurre esto? ¿No es esto una total contradicción contra los valores morales que tanto nos han inculcado desde niños? 

Algo raro parece que está pasando, chicos.

Primera parada (III)

12/08/2013

Ando por aquí de nuevo.

Dicen que la vida a veces te sonríe y sin embargo otras no para de darte patadas.

Hace ya justo un mes que no he escrito nada y la verdad es que han ocurrido muchas cosas y mi nueva vida cada vez está  más cerca.

El miércoles 17 de julio, fui por fin a visitar mi nueva ciudad y después de muchas horas recorriendo pisos encontré el definitivo. Es bastante grande y, aunque recién reformado, es antiguo. Tiene cuatro habitaciones bastante grandes, la cocina, un salón, dos baños y un balcón. Por suerte, fui el segundo en entrar y he podido elegir entre las tres habitaciones que quedaban libres.
 

El tiempo cada vez va más acelerado, cada día observo como todo lo que desde pequeño he visto todas las mañanas al levantarme dejará de formar parte de mi rutina. Recuerdo las calles de esa nueva cuidad donde viviré y aunque ésta sea bastante bonita y acogedora, parece que nada llega a igualar a mi maravilloso pueblo. 

Tantos años deseando irme, tanto tiempo queriendo volar a un lugar lejano y quedarme allí, sin abandonar esto, pero seguir mi vida en otro lugar, y ahora el momento ha llegado y parece que solo tengo miedo. Quiero meterme en la cama y que se detenga el tiempo, quiero recorrer las calles y que nada más que yo transcurra en ese instante. Quiero poder disfrutar al máximo de mis últimas semanas de día a día aquí. 

Sin embargo, a pesar de todo esto, cada día tengo más ganas de marcharme, deseo recorrer también aquellas calles, de esa cuidad lejana. También, tengo ganas de empezar mi nueva rutina sola. Quiero hallar un poco más de mí, al tener que pasar muchas horas conmigo mismo y sobretodo quiero aprender a valerme del todo. Tengo ganas de que llegue ya el día en que me vaya allí.

-Hola, Noé. Tu madre me dijo que pasara.

-Hola, lo siento ando un poco despistado.

-Tranquilo ¿Tienes ya localizadas las fotos de tu nuevo piso?

-Sí, ven, te las enseñaré. Tengo que contarte muchísimas cosas. Espera que guardo el diario.

lunes, 12 de agosto de 2013

Amistad

Amistad. Algo demasiado difícil de definir.

No es que su definición no exista o que hayan millones de cosas que puedan responder a la palabra amistad, sino más bien que cada persona ha delimitado esta palabra  con los límites que ha querido y, ahora, se encuentra un tanto turbia.

Siempre recordaré aquel día contigo en el parque, en el que una niña de apenas once años nos preguntaba si éramos novios, primos, hermanos o que qué éramos sin pensar ni un solo instante en que pudiéramos ser solo amigos. Aquel día dio lugar a una gran reflexión en mí. ¿Cuál es el límite que separa la amistad del noviazgo?

Tengo bastante claro que tú eres mi amigo y no mi novio, pero siempre he pensado cuál es la diferencia entre nuestra relación y la relación que llevaría una pareja. Pero, al hablar de esto, no me refiero a las diferencias sentimentales del uno hacia el otro, sino más bien de las diferencias en cuanto a actuación y relación. 

La más obvia de todas estas está en las relaciones sexuales, que, supuestamente, solo las realizas con tu pareja, pero, tras pasar esta barrera ¿qué más diferencias existen? Contigo salgo a pasear, paso días y días junto a ti, dormimos juntos, te lo cuento todo, te recuerdo habitualmente, tengo un rinconcito de mi solo para ti y para nuestros recuerdos juntos, me encanta ver que estás bien y si no lo estás ayudarte, me gusta en general compartir el máximo de mi vida contigo. Entonces es cuando digo ¿no es exactamente esto lo que también compartirías con tu pareja?

A mi parecer, es algo que tampoco tiene vital importancia, porque sea como sea como llamemos a nuestra relación, sea cual sea la etiqueta el sentimiento será el mismo. Ya van casi tres años desde que empezamos a ser amigos y son tres años en los que han pasado muchas cosas. Siempre hay instantes en los que estamos más unidos y otros en los que apenas nos vemos, pero siempre hemos seguido contándonos todo. Recuerdo aquello que nos unió por completo y el miedo que pasé cuando decidiste compartirlo con la gente, también recuerdo nuestras conversaciones en clave, nuestras risas, millones y millones de fotos y siempre siempre siempre mucho cariño. 

Hemos tenido muchas broncas, pero como buenos amigos, siempre hemos seguido firmes tras ellas. Ahora vamos a separarnos un poco más, pero solo en cuanto a distancia de hogares ya que dudo que también se vaya a distanciar nuestra amistad. ¿Sabes? Quiero contarte algo y ese algo es que una de las razones por las que he decidido traicionar mis palabras y decidir hacer aquello que dije no hacer es por ti. Sé que a partir de ahora se han acabado nuestras conversaciones interminables por fijo, sé que ya no nos vamos a poder llamar la noche antes de PAU para relajarnos, ni tampoco nos podremos contar el temario de historia vía telefónica y es por eso que me traiciono. No quiero dejar de compartir todo esto y muchísimas cosas más contigo, porque por muy lejos que estemos, si los dos lo buscamos siempre podremos sentirnos más cerca.

Aquí tienes lo que me pediste. A.G.G

sábado, 10 de agosto de 2013

Dulce niña.

Todo ello quedó en el aire. Miles deseos atados a tu nacimiento, miles de ilusiones que contigo venían, millones de cosas por hacer y por disfrutar, quedaron atadas en el tiempo de la enfermedad.

Te veo crecer sin pausa, a toda prisa, año tras año, desde aquel día en que naciste y en el que todo el mundo sonrió al verte. Han pasado ya casi 7 años desde aquel día en el que, al fin tras 9 meses de espera, habías llegado al mundo para compartir con nosotros tu más sincero cariño. Son años en los que he estado a tu lado y en los que te he visto crecer recordando a cada instante todo lo que ella deseaba de ti, deseando poder cumplir todos esos sueños que ella quería cumplir contigo, deseando poder explicarte quien era esa chica tan asombrosa. Tú madre.

Ahora tienes una vida diferente a la que cuando se me anunció tu nacimiento creé en mi mente y, aunque por una parte sienta tristeza al pensar en esto, por otra parte me alegro de que tengas personas a tu lado que te estén cuidando y guiando en tu camino.
  
A pesar de que tantas veces a lo largo de este tiempo me haya agotado de jugar contigo y de tus interminables energías, ahora que me marcho siento mucha pena. Sé que voy a pasar mucho tiempo sin verte y que será raro para mí, pero haré lo que pueda para que cada vez que regrese por aquí, pueda compartir aunque sea cinco minutos contigo.

Al igual que supongo que te pasará a ti dada tu corta edad y a tu situación, no sé muy bien que clase de relación tengo contigo, pero tengo bastante claro que eres una niña muy especial para mí y que espero poder seguir compartiendo contigo muchos momentos y verte crecer y disfrutar al máximo de tu vida.

Primera parada (II)

12/07/2013

Hoy escribo de nuevo, ya tengo mi destino.

Esta mañana han salido las listas de las universidades y he visto que he entrado a la carrera que yo quería y en la ciudad que estaba buscando. El miércoles que viene iré a buscarme un piso y a ver un poco la cuidad.

Tras tantos nervios y tanta indecisión encontré la que creo que será mi carrera. Una carrera que engloba todos los aspectos que más me han gustado de estos dos años de preparación. Mis amigos también han decidido y cada uno a lugar diferente y parece que compitamos a ver quién se va más lejos.

Esta tarde para mí ya empieza la nueva aventura. Empieza el buscar un piso por internet, en llamar a gente y en empezar a pensar qué cosas quiero que vengan conmigo allá dónde yo vaya. 

Hoy no me siento con ganas de escribir algo bonito, ni siquiera con demasiado sentimiento, pues son demasiadas las cosas en las que tengo que pensar ahora y también las que debo valorar. 

Esos tres meses de los que hablaba en la última página ya se han reducido a dos y alguna semana. Va pasando el tiempo, empieza la cuenta atrás, la cuenta atrás para llegar al destino que llevo tanto tiempo esperando.

Ahora me marcho a mirar por internet a ver si encuentro algún piso que me guste.

Hoy al fin puedo decir que ya soy universitario.