16/08/2013
Vuelvo a escribir aunque no tengo demasiado que contar.
Ahora estoy de vacaciones en un lugar sin móvil, ni Internet, ni televisión, y tengo mucho tiempo para pensar. Esto, en principio, podría ser perfecto, pero, la verdad es que en estos momentos no me está beneficiando demasiado y tengo ganas de volver al pueblo.
Aquí me estoy planteando qué es lo que haré cuando llegue allí, con quién me reuniré y hablaré. Empiezan a surgir dudas como si encontraré amigos nuevos, cómo serán mis profesores..., y la verdad me hace sentir bastante inseguro.
Me siento como un niño el primer día de cole, asustado porque se siente solo en medio de un montón de niños y a cargo de una persona desconocida.
Tengo la sensación de que todo va a ir perfectamente y espero que así sea, aunque no puedo negar que el miedo me atrapa en muchos momentos.
El otro día, cuando estuve con mi amigo enseñándole las fotos de mi piso, éste quedó impactado al ponerse a pensar en vivir solo, tener una casa y compartir tu vida con personas desconocidas. Estuvimos hablando después, largo y tendido, acerca de este tema y el pobre, que se tiene que quedar por problemas económicos, tiene muchísimas ganas de salir de casa.
Al igual que a mí, a él también le pasa que se siente pequeño aún para emprender una nueva vida. Pero, es el momento de seguir, de luchar, descubrir y sobretodo de disfrutar.
Ya hemos llegado al acuerdo que para el primer puente que haya, coge el tren en dirección a mi nueva ciudad y, por unos días, disfrutaremos juntos y nos pondremos al día sobre nuestras nuevas vidas.
Me voy a dar un paseo. Otro día más.
No hay comentarios:
Publicar un comentario