Buscando y rebuscando uno al final haya lo que esperaba encontrar.
Una historia plagada de desventuras, de errores, de secretos y de miedo. También supongo que en más o menos una historia con sus buenos momentos. Cómo unas personas llegan a conocer a otras, cómo podían andar de acá para allá tan fácilmente sin nuestras comodidades de hoy, cómo podían llegar a hacer tanto por sus más queridos y cómo vivieron toda vida que a día de hoy nos parece infumable.
Es bonito, aunque a veces triste, recordar todo lo que en este siglo atrás ha sucedido, cómo lo han tenido que pasar los nuestros para que hoy por hoy seamos quien somos y estemos donde estemos. Es gratificante encontrar a alguien que sin preguntar responda a muchas de las preguntas que te han rondado en la cabeza, que te cuente y que te haga sentirte mucho más cerca de todas las personas que te han precedido, aquellas que no has conocido, pero que han hecho que hoy por hoy tú familia sea la que es, se halle donde se halle y piense lo que piense.
Más de 50 años resumidos en un par de horas de conversación la cual me lleva a entender mucho de lo que me rodea y me hace encontrarme a mí misma en un aquí y ahora. Una historia que normalmente piensas que solo pasa en las películas y que se encuentra muy lejano a nosotros y de momento te encuentras que es real, que ha sucedido y que no se aleja de ti más que un par de generaciones.
Increíble sensación de sentir todo lo vivido y de descubrir.
Mi más sincero agradecimiento a quién ha hecho posible que haya encontrado una historia que daba por perdida, una historia que pensaba que jamás escucharía y que quedaría para siempre en la incógnita, encerrada en los años de silencio.