lunes, 7 de abril de 2014

Recordando

Leyendo viejas entradas, volviendo a introducirme en este universo de letras me he dado cuenta de que he fallado en muchas cosas.

Siento unas ganas increíbles de tirar a la basura algunas de ellas y en otras simplemente rompo a llorar de impotencia al ver que mis pensamientos de nada servían y que solo eran triste ilusiones. 

Aunque no estoy muy segura de mis palabras en estos instantes (quizá me esté dejando llevar por la rabia) quiero transmitirlas:

"Creo que la muralla que calló era mucho más grande de lo que nadie imaginaba y las consecuencias que va a traer consigo eran mucho más fuertes, tan fuertes que pueden acarrear consigo el desmoronamiento total del ejército.

Ya no siento que haya fuerzas, ya no siento que haya unión, ahora solo siento que hay celos, envidias, choques y malas miradas. Solo siento que hay rencores, amargos sabores que no nos van a traer más que desgracias. Siento como mis valientes luchadores pierden las fuerzas, pierden las ganas y en ellos ya no queda más que el dolor de la triste muralla derrumbada. Es lo único que aún los une, es lo único que aún los calla, pues el dolor de la muerte trae consigo el silencio, un silencio que nos hace profundizar aún más en las farsas.

Pensaba que éramos unos valientes luchadores, porque pensaba que estábamos unidos, pero claro que lo estábamos, estábamos unidos por los enfados de nuestro interior, estábamos unidos por duras palabras que intentaban salir de nuestras mentes, pero que pensábamos que era mejor que quedaran encerradas, estábamos unidos por la más grande, dura y cruel de las palabras.

¿Y sabéis qué? Que un eslabón se os pierde, que aquí hay una que se marcha y que no quiere saber nada. No mentiré diciendo que no me duele, no mentiré yéndome con la cabeza bien alta, pues más bien me hallo en un estado deplorable de tristeza y rabia. 

Me voy porque no quiero ser yo la que intente remediarlo, porque no quiero solucionar problemas para volver otra vez a llevarnos bien por esa ruin palabra, esa palabra que aún nos une y que nos ata. 

Quizá, con el tiempo, sea yo quien más pierda en esta batalla, quizá yo me quede sin disfrutar de lo que más quiero y deseo en este mundo, pero al menos podré tener la conciencia tranquila de que en su día valoré y actué como mejor pensaba."

Familia.

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